Por: María Isabel Duque Miranda
Sin prisa pero sin pausa los efectos de la ley 100 han ido empujando al Hospital Universitario del Valle, HUV, hacia un cierre que hoy es inminente. La situación ha sido denunciada por sus trabajadores, particularmente por los agremiados en SINTRAHOSPICLINICAS, por los médicos internos, por estudiantes que desarrollan en él sus practicas, principalmente los de la facultad de salud de la Universidad del Valle, por el Movimiento Nacional por la Salud y la Seguridad social y por sectores de usuarios que
solidariamente hemos acompañado el proceso de defensa del HUV.
Los 168.579 millones de pesos que las EPS, el municipio de Cali, el departamento del Valle y la nación le adeudan al HUV lo tienen sumido en la insolvencia financiera, sin que tal situación preocupe al gobierno en sus diferentes niveles; así lo demuestra la insignificante evolución de dicha deuda que a diciembre de 2010 era algo mas de 177.423 millones de pesos, es decir la reducción en lo que va del año es de apenas el 9,5%. Sin embargo la institución ha mantenido las puertas abiertas y en medio de la precariedad continúa atendiendo pacientes por miles como lo prueban las cifras del año pasado: 99.459 consultas de urgencias; 193.542 consultas especializadas ambulatorias; 6.044 eventos obstétricos; 31.766 cirugías; 887.542 exámenes de laboratorio y 114.545 imágenes diagnósticas; cifras que lo califican como el hospital de nivel III más importante del suroccidente del país y el único donde se hace investigación.
Tanto la deuda como las cifras de prestación de servicios demuestran que el HUV es un jugoso negocio que debe tener a las EPS frotándose las manos a la espera de que su cierre obligue a distribuir la población que atiende entre las clínicas que han construido a lo largo y ancho de Cali y en el departamento. También le sirve a la voracidad de las EPS que los estudiantes que hacen sus prácticas en el HUV vayan a parar a sus clínicas donde con toda seguridad los inducirán a que presten sus servicios no en el marco de la ética profesional sino bajo los criterios de rentabilidad financiera.
Frente a esta situación se hace indispensable acrecentar los niveles de movilización, avanzar en la unidad de los usuarios, profesionales, trabajadores, organizaciones sociales, comunitarias, gremiales para la salvación del HUV, lo que hemos hecho hasta ahora es de vital importancia pero resulta insuficiente frente a la tarea de salvar la red pública, particularmente nuestro Hospital, acabar con la intermediación financiera en el sistema y reivindicar la salud como derecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario