jueves, 26 de abril de 2012

De "Cero a Siempre" pone en manos de inversionistas la educación de la primera infancia



María Isabel Duque Miranda, Cali, abril 19 de 2012

El año pasado los estudiantes organizados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, pusieron al orden del día un debate histórico acerca del carácter de la educación como derecho fundamental y de la responsabilidad del Estado en el sentido de garantizar su financiación y el acceso universal a toda la población hasta el ciclo profesional o técnico. Y fueron más allá: la educación, dice la MANE, debe estar al servicio de la solución de los problemas de la mayoría de los colombianos. Propósito que supera las expectativas oficiales que se enfocan exclusivamente en las cifras, en el crecimiento de los indicadores económicos, que con bastante frecuencia no expresan la precaria situación de la mayoría de los colombianos.

En ese proceso lograron articularse los estudiantes de universidades y de colegios de secundaria tanto públicos como privados, sus padres de familia y educadores, todo un acierto que junto con el carácter pacifico y festivo de las multitudinarias movilizaciones consiguieron el respeto y respaldo de los medios y de la opinión pública en general. Infortunadamente en ese proceso el preescolar, la primaria y la educación de la primera infancia no estuvieron presentes.

Quizá por eso nos enteramos tardíamente que en febrero del año pasado se había efectuado el lanzamiento de una estrategia llamada De Cero a Siempre destinada a la atención de la primera infancia. Dicha estrategia, que fue posteriormente adoptada en la ley 1450 de 2011, Plan Nacional de Desarrollo, tiene su origen en la nota técnica # 244 del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, fechada en diciembre de 2010, documento que orientó la discusión entre el BID y el Gobierno del presidente Santos sobre este tema. De entrada el documento aclara que uno de sus objetivos es proponer los aspectos en que accionará el Banco en esta área e identificar las alternativas de Asociación Publico Privadas en la atención a la primera infancia. Cabe resaltar que la apreciación del BID sobre el tema, planteada en la nota técnica IDB-TN-188, de noviembre del mismo año, es que “América Latina y el Caribe enfrentan una seria restricción en la baja productividad de la fuerza laboral de la región” y que “Una reforma estratégica de la inversión social implica destinar una mayor cantidad de recursos a intervenciones que afectan el desarrollo humano de las personas durante los períodos de la vida en los cuales éstas son más maleables y por lo tanto, existe el potencial de obtener mayores retornos a esa inversión”.

En el discurso de lanzamiento de la estrategia De Cero a Siempre, el señor Gonzalo Restrepo López, Presidente Grupo Éxito, destaca que “A la mayoría de nuestros niños y jóvenes les falta preparación para competir de igual a igual por los mismos empleos en un mundo globalizado” razón por la cual es urgente invertir en la primera infancia, proveerla de un equipaje que garantice el desarrollo de sus capacidades antes que estas se pierdan de manera irreparable. Más adelante en su intervención manifiesta que “un empresario exitoso no hace inversiones inseguras que generen baja rentabilidad” y que “el retorno sobre cada peso invertido en atención a la primera infancia es del 10% anual compuesto por todos los años de vida del ciudadano que recibió esta atención, (…) no hay una inversión igual de sólida y segura en ningún otro modelo financiero”

Esta es la visión que anima tanto al BID como a una serie de operadores, entre ellos la Fundación Éxito, que han acudido al llamado del gobierno que a través de las Alianzas o Asociaciones Público Privadas reglamentadas en la ley 1508 de este año le permiten a personas jurídicas o naturales explotar la prestación del servicio de Atención a la Primera Infancia, un servicio que se enfoca en la población más vulnerable de los estratos 1 y 2, según determinación oficial.

Así las cosas, De Cero a Siempre, resulta ser una estrategia del BID y de operadores privados que no solo garantiza la explotación de la prestación del servicio y la rentabilidad futura de la inversión, si no que está orientada a formar la maleable personalidad de los niños de 0 a 5 años para que sean buenos obreros en el mundo globalizado, donde como ya sabemos lo que prima son salarios de hambre, sin ninguna garantía social ni estabilidad laboral, condiciones que empeoraran con la implementación de los TLC con los Estados Unidos, La Unión Europea y Corea entre otros.

El próximo 7 de mayo las madres comunitarias, el personal de los jardines Infantiles, los padres de familia se manifestaran contra de tan peligrosa estrategia. Nos compete a quienes comprendemos sus graves implicaciones respaldarlos sumándonos al contingente de los que rechazan la pretensión del sistema financiero internacional y de los inversionistas privados de convertir cualquiera de los niveles de la educación en un negocio. Debemos articulándonos al proceso de discusión y movilización que adelanta la MANE, por la educación como derecho fundamental, de calidad, para todos los niños y jóvenes, educación que debe financiar el gobierno en beneficio del desarrollo del país y de la solución de los problemas de la mayoría de los colombianos, contrariando los designios del TLC.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Análisis de la situación internacional.

ANTE LA CRISIS DEL MODELO,
EL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL ORIENTA PROFUNDIZAR LA RECOLONIZACIÓN
Y EL POLO SE AFIANZA EN LA DEFENSA DE LA SOBERANÍA.



La crisis financiera internacional de 2008 marca el comienzo de un viraje en la aplicación del consenso de   Washington, ese “mínimo común denominador de política orientada por las instituciones financieras” que dejó de regir exclusivamente para el mundo en desarrollo y se extendió a los territorios del  G7 y que, de manera casi inadvertida, convirtió a  Estados Unidos en una de varias grandes potencias que enfrenta un futuro incierto que ya no pude definir sin el apoyo de su  gran aparato militar.

Bajo tal circunstancia, el Banco Mundial trazó LA RUTA: “las empresas y los mercados financieros privados seguirán siendo las principales fuerzas propulsoras del crecimiento y el desarrollo mundial. Sin embargo, los sistemas financieros del mundo desarrollado, especialmente en Estados Unidos, han dejado al descubierto fallas flagrantes después de sufrir pérdidas descomunales. La arquitectura internacional concebida para hacerle frente a tales circunstancias se está resquebrajando (…) Aunque Estados Unidos y el mundo logren salir de este pozo, debemos concentrarnos en el porvenir: necesitamos una nueva red multilateral para una nueva economía mundial.[i]

Se refería por un lado a que las grandes potencias debían establecer medidas que garanticen su  estabilidad fiscal, él pago de la deuda y la solides de sus sistemas financieros nacionales y por otro, a la necesidad de garantizar el crecimiento de la economía global, ampliando el espectro de los mercados y de los países tributarios de ese crecimiento.

En desarrollo de esa RUTA, se intensifica la recolonización, recrudece la lucha de las potencias por  los mercados  tradicionales, por los recursos estratégicos y por el desarrollo del comercio de servicios. Es una lucha en la que todos los medios se valen para eliminar competidores o riesgos, desde el uso de condicionantes  tecnológicos, el establecimiento de estándares de calidad, el acaparamiento y la intervención militar, hasta zancadillas como la aplicada al gerente director del FMI y fuerte aspirante a la presidencia de Francia, Dominique Strauss  Khan, lince del sistema financiero internacional, a quien los Estados Unidos sacó del camino de un acuerdo Franco Alemán por el fortalecimiento de la Unión Europea y en contra de la supremacía del dólar como moneda internacional. 

La minería transnacional, el turismo,  el comercio de  servicios y de  alimentos, su producción  y los agro-combustibles se han convertido en las principales fuentes de crecimiento de la economía mundial, en torno a ellas se profundiza la división internacional del trabajo y la especialización de las naciones. Hay seis países llamados a ser los mayores aportantes al crecimiento de la economía mundial, los civets (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica).  Hacia ellos se orientan grandes flujos de capital inversionista, se espera que crezcan a tasas superiores al 4.7% anual en los próximos 10 años mientras las potencias lo harán en promedio  al 1.8%. 

Sectorialmente hablando, los servicios están en la mira del sistema financiero tanto como objeto de comercio internacional, como en el caso de la salud que “es un sector de 24,3 mil millones de dólares, con un flujo de 23,3 millones de turistas en busca de procedimientos en las diferentes categorías. Se espera que el sector crezca a una tasa del 20% anual en los próximos años” [ii] y  también como objeto de inversión extranjera, por ejemplo el cuidado de la primera infancia,  en el caso colombiano el BID, en su documento, “Atención integral a la primera infancia en Colombia: estrategia de país 2011 - 2014”[iii],   orienta incrementar 171% el presupuesto para este servicio sobre la base de acuerdos públicos privados. En Chile el líder de dichos  acuerdos es la minera La Escondida, “el centro productor de metal de cobre más grande del mundo, operado por una empresa anglo-australiana, llamada BHP Billinton, por la empresa inglesa Río Tinto, por el gigante minero ECO que es un consorcio japonés y por la Corporación Financiera Internacional, (IFC) –el brazo financiero del Banco Mundial–”[iv].

En alimentos el sistema financiero paso de transar certificados de futuros a invertir y manejar el negocio desde la siembra hasta la venta de las cosechas, acrecentando el acaparamiento para inducir subida de los precios, en esa dinámica,  su  producción por parte de  transnacionales está  propiciando el copamiento y despojo de los territorios nacionales que, en opinión del Banco mundial, deben estar en manos de los más eficientes.

Hace 10 años, China consumía la mitad de la energía que Estados Unidos,  en 2010 la China consumió 2.252 millones de toneladas equivalentes de petróleo, esto es un 4% más que Estados Unidos,[v] la China se convirtió en un nuevo gran competidor por los recursos energéticos, petróleo, carbón y agua. Ello ha desatado una  gran turbulencia en la zona Árabe: el derrocamiento de los regímenes de Túnez y Egipto,  el asesinato de Gadafi,  son producto del esfuerzo de las potencias tradicionales por remontar su crisis y tomar ventaja  apropiándose, a como dé lugar, de recursos estratégicos. En el caso de Libia, les permitió hacerse al control de sus tesoros: petróleo, oro y, la genial obra de ingeniería, el gran río hecho por la mano  del hombre (The Great Man-Made River), obra que atreves de 4 mil kilómetros de tubería transporta diariamente  6.5 millones de metros cúbicos de agua extraída de las profundidades del desierto hasta los hogares y empresas libias [vi], un enorme y estratégico botín. En este contexto las demandas por democracia de los pobladores de estos países, unas veces justas muchas otras inventadas por los medios, se convierten en argumento para “operaciones  humanitarias internacionales” que no son más que actos militares de recolonización frente a las cuales Rusia y China, viendo amenazados sus intereses en la zona ya están tomando acción, por ejemplo respaldando a Siria.

En América Latina grandes extensiones de tierra están siendo ocupadas por multinacionales bajo diversas formas, buena parte las están dedicando a la producción de agro combustibles con la consecuente pérdida de la seguridad alimentaria, entendida no como el acceso a alimentos para los más pobres si no como su producción en cantidades suficientes para toda la población y considerando los aspectos culturales propios de cada región. Es así como los argentinos están perdiendo su hato ganadero y en la región del Chaco, los indígenas se están extinguiendo por desnutrición, igual ocurre desde México hasta la Patagonia. En Chile grandes extensiones del mar están concesionadas a multinacionales cultivadoras de peces y mariscos.

En todo el continente el fenómeno se agrava por la presencia de la gran minería transnacional, por la sustitución de los bosques nativos por plantaciones agroforestales, y por el desarrollo de los megaproyectos de infraestructura. El agua la biodiversidad y el paisaje, corren la misma suerte que los alimentos.

El impacto de la implementación de LA RUTA es ariete que golpea duramente no solo a los obreros sino también a capas medias y altas de la población, moviéndolas a la resistencia a lo largo y ancho del planeta. Es motor de la ocupación de los parques y avenidas en Wall Street, de las protestas de los Indignados europeos, multitudes de jóvenes que ven como la política de destrucción de los restos del Estado de Bienestar, los somete a una vida sin más futuro que el  de la explotación. Esta implementación generó este año el levantamiento de los hambrientos de Túnez y Egipto, y las multitudinarias movilizaciones de los Sirios en respaldo a Bachar al-Assad, su presidente y contra de las maniobras políticas, económicas y militares de la OTAN en alianza con la liga Árabe que intentan derrocarlo como hicieron con Mubarak y  Ben Alí.  En el caso de Mubarak es importante aclarar que su derrocamiento no fue obra exclusiva de la intervención extranjera. En este se conjugaron la lucha del movimiento obrero egipcio y otros sectores sociales hubo más de 3.000 protestas de trabajadores egipcios desde 2004. Asimismo, Joel Beinin, profesor de la Stanford University, se refiere al activismo obrero en Egipto como “el mayor movimiento social del mundo árabe desde la Segunda Guerra Mundial”; hubo también fuerte participación del movimiento juvenil y de mujeres. Sin embargo el control de los destinos del país está en entre dicho, situación similar vive Túnez.  

Las tropelías de las grandes potencias arriadas por el sistema financiero, están motivando la resistencia a lo largo y ancho del planeta: Crece la coalición  internacional contra las bases militares norteamericanas, las redes contra la gran minería transnacional, el auge movimiento estudiantil en todo el mundo, incluido Estados Unidos, los movimientos en defensa del derecho de los pueblos a conservar la soberanía sobre sus semillas. 

En tales circunstancias, junto con toda esa variedad de organizaciones sociales, es indispensable la existencia  de partidos políticos que aporten al análisis de la situación, que le ayuden a las grandes mayorías a comprender el enorme potencial libertario que entraña una situación de explotación saqueo y despojo como la que vivimos, que asuma la tarea de convocar a la amplia gama de afectados  bajo el criterio de defensa de la soberanía nacional, la defensa del patrimonio público, de los derechos de la población y de los recursos naturales tal como está plasmado en el ideario del POLO, que planteé y desarrolle en lo interno un modelo nuevo de organización social y en lo externo que ayude a fortalecer los procesos de unidad internacional en contra de los recolonizadores del mundo.

La decisión de ser opositores al gobierno anterior y al  de  Santos es desarrollo de esta línea y es la causa fundamental de los ataques y conspiraciones contra el POLO. Con  esto claro los polistas asumimos la crítica  por los desaciertos y continuamos adelante con el proceso de construcción y fortalecimiento de la única fuerza política concebida para defender el territorio colombiano su población y sus recursos de las garras de la recolonización imperial.




[i]  Robert Zoellick, presidente del BM, octubre 6 de 2008.
[ii] Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, “Desarrollando sectores de clase mundial en Colombia”, sector turismo de salud.
[iii] Este documento es la nota técnica sectorial # 244 presentada por el BID al gobierno de Santos.
[iv] Memorias Foro Mundial de Grupos de trabajo por la Primera Infancia Sociedad Civil.-Estado Cali, Colombia 1 al 7 de noviembre de 2009., ALCANCE Y RESPONSABILIDAD CIVIL CON LA PRIMERA INFANCIA, Ponencia Fundación Minera La Escondida
[v]  Estadísticas Agencia Internacional de Energía

LAS GUERRAS DE LA ENERGÍA: AGUAS PELIGROSAS


Por Michael Klare*
Traducción de José Fernando Ocampo T.

Introducción de TomDispatch
La semana pasada el Presidente Obama hizo una rara aparición en el Pentágono para destapar un nuevo plan estratégico sobre la política y el gasto militar de Estados Unidos en la próxima década. Obama era evidentemente el primer presidente en presentar sus puntos de vista desde un podio en el salón de prensa del Pentágono. Este fue su comentario: “Entiendo que es la primera vez que un presidente está haciendo esto. Es un salón muy elegante.” (risas) Y fue ampliamente presentado en los medios. Sin embargo, nadie pensó hacer algo al respecto, aunque  esto nos dice mucho sobre el ambiente de este país.


En la última década el país se ha militarizado de tal forma que nadie se imagina diez años de planificación gubernamental o inversión alguna no conectada con los militares o la seguridad nacional estatal. La guerra y los recursos para la guerra se han convertido ahora en nuestros negocios y los militares de Estados Unidos nuestro disfraz, que va desde la acción humanitaria hasta la diplomacia (aunque el mismo ejército no puede hacer lo que teóricamente se ha planteado hacer: ganar una guerra moderna).


Así, pues, cuando Estados Unidos tiene que enfrentarse a un problema en el mundo—digamos, preservar el suministro de energía en este planeta—lo primero que se hace es militarizar el problema. Es el único camino que tiene Washington en su forma de pensar. Como lo deja claro Michael Klare—cuyo próximo libro book The Race for What’s Left: The Global Scramble for the World’s Last Resources será sin duda el más leído en esta temporada—una mayor militarización de la política del  petróleo y del gas está en marcha como objetivo el Pacífico, y tenemos otro año lleno de preocupaciones en el horizonte.


Artículo de Michael Klare                                                            Aguas peligrosas                                                                                                            


Los tres puntos más peligrosos de conflicto en la era de la geoenergía
Bienvenidos a un mundo tenso donde un pequeño incidente en un punto de conflicto sobre la energía pude incendiar una región, provocando confrontaciones sangrientas, elevando los precios del petróleo y poniendo en peligro la economía mundial. Con una demanda de energía en aumento y con fuentes de abastecimiento en disminución, estamos entrando en una nueva era—la era de la geoenergía—en el que la contienda por fuentes vitales dominará la política internacional. En 2012 y más allá, energía y conflicto quedarán todavía mucho más ligados, dándole importancia creciente a los puntos estratégicos en este nuestro mundo constreñido por la necesidad de recursos.


Tomemos el Estrecho de Ormuz (en el golfo de Omán), que al comienzo del 2012 ya ha estado en primera plana de las noticias y ha estremecido los mercados de energía. Conecta el Golfo Pérsico y el Océano Índico, que no tiene cómo imponer características geográficas como el Estrecho de Gibraltar o el Golden Gate de San Francisco. Pero en un mundo conciente de la importancia de la energía, puede poseer un gran significado estratégico, mucho mayor que cualquier otro sitio en el mundo. Según el Ministerio de Energía de Estados Unidos, por esta arteria vital pasan 17 millones de barriles de petróleo diarios—lo cual representa el 20% del suministro mundial diario


Cuando el mes pasado un funcionario iraní amenazó con bloquear el estrecho en respuesta a nuevas sanciones de Washington mucho más estrictas, los precios del petróleo inmediatamente se elevaron. Mientras los militares de Estados Unidos prometían mantener abierto el estrecho, crecían las dudas sobre la seguridad de los despachos de petróleo y las preocupaciones sobre una crisis potencialmente sin término fijo que crispa los nervios en  Washington, Teheran y Tel Aviv, mientras los expertos predicen alzas de los precios del petróleo en el inmediato futuro, lo cual significaría una desgracia para una economía mundial en descenso.


El estrecho de Hormuz no es, sin embargo, sino uno de varios lugares críticos en donde la energía, la política y la geografía parecen estar mezclándose peligrosamente en  2012 y más allá. Pero también hay que tener los ojos abiertos sobre los mares Meridional y Oriental de China, la cuenca del Mar Caspio y el Ártico rico en energía que está perdiendo hielo. En todos estos sitios, los países están en disputa por el control sobre la producción y el transporte de energía, en una discusión sobre fronteras nacionales o derechos de tránsito.


En los próximos años, los puntos y rutas de abastecimiento de energía—oleoductos, puertos petroleros, rutas de buques cisterna—se convertirán en los mojones cruciales de un mapa estratégico global. Las áreas claves de producción, como el Golfo Pérsico, será de una importancia crítica, pero también  sitios de conflicto del petróleo como el Estrecho de Ormuz y el Estrecho de Malaca (entre el Océano Índico y Mar Meridional de China) así como “las líneas marítimas de comunicación” o SLOCS (como suelen llamarlas los estrategas marítimos) que conectan las áreas de producción con los mercados de ultramar. Cada vez más, las primeras potencias encabezadas por Estados Unidos, Rusia y China van a reestructurar sus ejércitos para combatir en estos sitios.


Esto se puede ya ver en el complejo documento de la Guía Estratégica de Defensa titulado “Manteniendo el liderato global de Estados Unidos”  (“Sustaining U.S. Global Leadership”),  revelado en el Pentágono el pasado 5 de enero por el presidente Obama y el secretario de Defensa Leon Panetta. Al mismo tiempo que rebaja el ejército y la marina, pone el énfasis en el potencial aéreo y naval, especialmente dirigido a la protección o el control de la energía internacional y en las redes de comercio. Aunque tímidamente reafirma los lazos históricos con Europa y el Medio Oriente, hace énfasis de manera apabullante en reforzar el poder estadounidense en “el arco que se extiende desde el Pacífico Occidental y Asia Oriental hasta el Océano Índico y el Sudeste Asiático.”


En la nueva era de la geoenergía, el control de la energía y de su trasporte a los mercados estará en el corazón de las recurrentes crisis globales. Este año hay que ponerle cuidado a los tres puntos calientes: el Estrecho de Ormuz, el Mar Meridional de China y el Mar Caspio.

El estrecho de Ormuz
Una angosta zona de agua que separa Irán de Omán y de los Emiratos Árabes Unidos, el estrecho es la única conexión marítima entre la rica región en petróleo del Golfo Pérsico y el resto del mundo. Un increíble porcentaje de petróleo producido por Irán, Iraq, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos es trasportado diariamente por buques cisternas a través de este pasadizo, lo que lo convierte (en palabras del Ministerio de Energía) en “el sitio estratégico más importante del mundo”. Algunos analistas consideran que un bloqueo continuo del estrecho podría disparar el precio del petróleo en un 50% y provocar una recesión o depresión a escala mundial.


Los dirigentes estadounidenses han considerado desde hace tiempo que este estrecho, como un punto estratégico de sus planes globales,  tiene que ser defendido a cualquier precio. El primero que planteó este punto de vista fue el presidente Jimmy Carter en enero de 1980, al final de la invasión y ocupación soviética a Afganistán que—como le dijo al Congreso—“ha llevado  las fuerzas soviéticas trescientas millas adentro del Océano Índico y a cerrar el Estrecho de Ormuz, un canal por el que fluye la mayor parte del petróleo del mundo.” E insistió en que la respuesta de Estados Unidos debería ser inequívoca: cualquier intento de un poder hostil por bloquear el tránsito marítimo debe ser considerado como un “asalto sobre los  intereses vitales de Estados Unidos de América” y debe “ser rechazado por todos los medios necesarios, incluyendo las fuerzas militares.” 


Mucho han cambiado las condiciones en el Golfo desde que Carter publicara su famoso pronunciamiento, conocido desde entonces como la Doctrina Carter (the Carter Doctrine), y desde que fue establecido el Comando Central Estadounidense (CENTECOM) para proteger el Estrecho—aunque todavía no la decisión de Washington de asegurar el paso del petróleo. Por supuesto, el presidente Obama ha dejado claro que, aun en el caso de que las fuerzas de tierra abandonaran  Afganistán, como sucedió en Iraq, no habría reducción en la presencia área y naval en el área más extensa del Golfo.


Es posible que los iraníes pongan a prueba las capacidades de Washington. El 27 de diciembre, el primer vicepresidente de Irán Mohammad-Reza Rahimini afirmó: “Si los americanos imponen sanciones sobre las exportaciones petroleras de Irán, no pasará una gota de petróleo por el Estrecho de Ormuz.” Parecidas afirmaciones han sido hechas por otros altos funcionarios. Además, los iraníes han llevado a cabo recientemente ejercicios navales en el Mar de Arabia cerca de la desembocadura del estrecho, y han afirmado que vendrán más maniobras. Al mismo tiempo, el comandante general de las fuerzas iraníes dio a entender que el “John C. Stennis”, un portaviones estadounidense que estaba zarpando del Golfo, no debería volver. “La república islámica de Irán,” afirmó en forma nefasta, “no se le volverá  a hacer una advertencia”. 


¿Podrían los iraníes bloquear el estrecho? Muchos analistas consideran que las afirmaciones de Rahimini y sus colegas son simples alardes, orientados a desafiar a los dirigentes occidentales, subir los precios del petróleo y ganar futuras concesiones en caso de que se restablezcan las negociaciones sobre el programa nuclear del país. Sin embargo, la situación económica en Irán se está volviendo desesperada, y es posible que los líderes de línea dura en apuros puedan presionar la toma de acciones dramáticas, aun si provoca un contraataque del poderoso Estados Unidos. En cualquier caso, el Estrecho de Ormuz seguirá siendo un foco de atención internacional en 2012, y los precios mundiales del petróleo seguirán el rumbo de las tensiones en la zona.


El Mar Meridional de China
El Mar Meridional de China es una porción del Pacífico occidental delimitado por China en el norte, Vietnam al occidente, Filipinas al oriente, y la isla de Borneo (que comparten  Indonesia y Malasia) al sur. El mar también incorpora dos cadenas de islas casi deshabitadas, las Paracel y las Spratlys. Por mucho tiempo un sitio importante de pesca, ha sido también una avenida para el embarque comercial entre Asia Oriental y Europa, el Medio Oriente y África. Más recientemente, adquirió importancia como una fuente potencial de petróleo y gas natural, cuyas reservas mayores se creen estar en las áreas submarinas que rodean las Paracel y las Spratlys.


Con el descubrimiento de depósitos de petróleo y gas, el Mar de China se ha transformado en punto de fricción internacional. Por lo menos algunas islas de esta rica área en energía están siendo reclamadas por los países limítrofes, incluyendo  China que las reclama todas, y ha demostrado la decisión de utilizar la fuerza militar para afirmar su dominio en la región. No resulta sorprendente que esta pretensión la haya colocado en conflicto con los otros reclamantes, incluyendo algunos que tienen lazos muy estrechos con Estados Unidos. En consecuencia, lo que había comenzado como un asunto regional entre China y varios miembros de Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), se ha convertido en un eventual conflicto entre los dos poderes líderes del mundo.


Brunei, Malasia, Vietnam y Filipinas han estado tratando de actuar colectivamente para defender sus reclamaciones por medio de la ASEAN, con la idea de que una estrategia multilateral les pueda dar mayores posibilidades de negociación más que un trato individual con China. Por su parte, los chinos han insistido en que todas las disputas deben ser resueltas en forma bilateral, una situación en la que ellos pueden más fácilmente utilizar su poder económico y militar para obtener sus reclamaciones. Estados Unidos que, anteriormente  estaba preocupado con Irán y Afganistán, ha entrado ahora a la refriega, ofreciéndole total apoyo a los países de la ASEAN en su empeño por negociar en forma conjunta con Beijing.


El Ministro de Relaciones Exteriores chino, Yang Jiechi, se apresuró a advertirle a Estados Unidos que no interfiriera. Declaró que ese intento “empeoraría los asuntos y haría más difícil una solución”. El resultado fue una inmediata guerra de palabras entre Beijing y Washington. En una visita a la capital china en julio de 2011, el director de los Jefes de Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, dejó una semi amenaza al advertir de una posible acción militar futura. “La preocupación que tengo, entre otras,” comentó,  “es que incidentes continuos podrían desencadenar un error de cálculo y un estallido que nadie anticiparía.” Para hacer sentir traer el punto en  casa, Estados Unidos ha llevado a cabo una serie de ejercicios militares claramente visibles en el Mar Meridional de China, incluyendo algunas maniobras conjuntas con navíos de Vietnam y Filipinas. Y para no quedarse atrás, China por su lado respondió con maniobras  navales. Es una fórmula perfecta para futuros “incidentes” marinos.


El Mar Meridional de China ha estado desde hace tiempo en las pantallas de los radares de quienes siguen los asuntos de Asia, pero solamente atrajo la atención mundial cuando en noviembre el presidente Obama viajó a Australia y anunció, con asombros crudeza, una nueva estrategia de Estados Unidos para enfrentar el poder chino en Asia y el Pacífico. “En nuestros planes y en el presupuesto para el futuro,” les dijo a los miembros del Parlamento australiano en Camberra, “destinaremos todos los recursos necesarios para mantener nuestra sólida presencia militar en esta región.” Un aspecto clave de este esfuerzo será garantizar “la seguridad marítima” en el Mar Meridional de China.


En Australia el Presidente Obama también anunció el establecimiento de una nueva base de Estados Unidos en Darwin, en la costa norte del país, y también la ampliación de lazos militares con Indonesia y Filipinas. En enero, así mismo, cuando estuvo en el Pentágono para discutir los cambios de la estrategia militar del país en el mundo,  el presidente puso especial énfasis en la proyección del poder de Estados Unidos en la región.
Indudablemente Beijing también ha tomado sus propias medidas, no menos beligerantes, para proteger sus crecientes intereses en el Mar Meridional de China. Por supuesto, el objetivo de estos movimientos no se conoce. Después del Estrecho de Ormuz, indudablemente, el Mar Meridional de China puede ser el punto clave de la energía mundial en donde pequeños errores o provocaciones podría conducir a mayores confrontaciones en el 2012 y más adelante.


La cuenca del Mar Caspio
El Mar Caspio es una masa de agua rodeada por Rusia, Irán y las ex repúblicas de la Unión Soviética, Aserbayán, Kazakstán  y Turkmenistán. En el área cercana  también están las antiguas zonas soviéticas de Armenia, Georgia, Kirgistán y Tajikistán. Todas estas antiguas zonas soviéticas están, en un grado u otro, intentando afirmar su autonomía frente a Moscú y estableciendo lazos independientes con Estados Unidos, la Unión Europea, Irán, Turquía y, cada vez más, con China. Todas están afectadas por cismas internos y envueltos en disputas limítrofes con sus vecinos. La región puede convertirse en una fuente de potenciales conflictos aun teniendo en cuenta que la cuenca del Caspio no alberga las más grandes reservas inexploradas de petróleo y gas natural, que pudieran conducirla a una explosión. 


No es la primera vez que el Caspio es considerado como una fuente importante de petróleo y también de un potencial conflicto. Al final del siglo XIX, la región circundante a Bakú—entonces parte del imperio ruso, ahora en Azerbaiján—fue una fuente prolífica de petróleo y, por tanto, una gran presea estratégica. El futuro jefe soviético José Stalin ganó notoriedad allí como líder de los obreros militantes del petróleo, y Hitler buscó capturarla durante su fallida invasión de 1941 a la URSS. Después de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, la región perdió importancia como productor de petróleo a medida que los campos de tierra fueron secándose. Ahora, se han hecho descubrimientos recientes fuera de las áreas del Caspio y en áreas previamente poco desarrolladas de Kasakstán y Turkmenistán.


Según la petrolera gigante British Petroleum, el área del Caspio contiene 48 mil millones de barriles de petróleo (la mayor parte en Azerbaiján y Kasakstán) y 449 billones de pies cúbicos de gas natural (la mayor parte en Turkmenistán). Esto coloca a la región por encima de Norte y Sur América en reservas totales de gas y en las reservas de petróleo de Asia. Pero producir toda esta energía y sacarla a los mercados externos será una tarea monumental. La infraestructura de energía de la región es angustiosamente inadecuada y el Caspio no posee salidas marítimas a otros mares y, por eso, el petróleo y el gas tienen que ser transportados por oleoducto o ferrocarril.


Rusia, la potencia dominante en la región, está tratando de controlar las rutas de transporte por las que el gas y el petróleo del Caspio  puedan alcanzar los mercados internacionales. Lo tratan de lograr modernizando los oleoductos de la era soviética que conectan la desaparecida Unión Soviética a Rusia o construyendo nuevos  para conseguir un cuasi monopolio sobre el mercado de toda esta energía, utilizando la diplomacia tradicional, tácticas de amedrentamiento, y toda clase de sobornos para ganar los dirigentes regionales (muchos de los cuales sirvieron bajo la burocracia soviética) para embarcar su energía a través de Rusia. Como lo planteé en mi libro Rising Powers, Shrinking Planet, Washington intentó impedir estos intentos costeando la construcción de oleoductos alternativos que evitaran pasar por el territorio ruso, cruzaran Azerbaiján, Georgia y Turquía hasta el Mediterráneo (en especial el oleoducto BTC o Bakú-Tiflis-Ceiján), al mismo tiempo que Beijing construye sus propios oleoductos que unen el área del Caspio con China occidental.


Todos estos oleoductos atraviesan áreas de agitación étnica y comunican diferentes regiones en disputa como la rebelde Chechenia y la separatista Osetia del Sur. Como resultado, tanto China como Estados Unidos han unido sus operaciones del oleoducto con asistencia militar a los países que atraviesan las rutas. Temerosa de la presencia norteamericana, tanto militar como de cualquier otra clase, en los antiguos territorios de la Unión Soviética, Rusia ha respondido con maniobras militares por su cuenta, incluso su breve guerra con Georgia en agosto de 2008, que tuvo lugar a lo largo de la ruta del oleoducto BTC.


Dada la magnitud de las reservas de petróleo y gas del Caspio, numerosas firmas de energía están planificando en la región operaciones de nueva producción, además de los oleoductos necesarios para transportar el petróleo y el gas a los mercados. Por ejemplo, la Unión Europea espera construir un nuevo oleoducto de gas natural llamado Nabuco desde Azerbaiján por Turquía hasta Austria. Rusia ha propuesto competir con uno denominado la Corriente del Sur. Todos estos esfuerzos involucran intereses geopolíticos de las grandes potencias, que buscan asegurar que la región del Caspio se mantenga como una fuente potencial de crisis y conflicto internacional.


En la nueva Era de la Geoenergía, el Estrecho de Ormuz, el Mar Meridional de China y la cuenca del Caspio difícilmente se presentan como los únicos puntos potenciales de fuentes de energía. El Mar Septentrional de China, donde China y Japón contienden por un campo submarino de gas natural, es otro, lo mismo que las aguas que rodean las Islas Malvinas, donde Gran Bretaña y Argentina reclaman reservas submarinas de energía, como lo serán las del cada vez más caliente Ártico cuyos recursos son reclamados por muchos países. Una cosa es cierta: dondequiera puedan saltar chispas, es donde hay petróleo en el agua y peligro inminente en 2012.


*Michael T. Klare es professor de estudios sobre la paz y la seguridad mundial en la universidad de Hampshire y colaborador regular de TomDispatch. Es autor del libro Rising Powers, Shrinking Planet. Su Nuevo libro, The Race for What’s Left: The Global Scramble for the World’s Last Resources será publicado en marzo. 

lunes, 30 de enero de 2012

Lo que oculta el aumento de las exportaciones.



Escrito por Jorge Gómez   
Lunes, 30 de Enero de 2012 04:04
Batiscafo

ExportacionesSe conocieron esta semana las cifras finales de los volúmenes y valores de las exportaciones colombianas en el año 2011. Según reportó la DIAN, se llegó a la cifra récord de US$ 56.178 millones, lo que nos puede llevar a pensar que estamos frente a una noticia muy positiva para el país; sin embargo al escarbar un poco encontramos situaciones no tan satisfactorias.
Veamos. El crecimiento en dólares no se compadece para nada en el aumento en los volúmenes. Mientras  en dinero las importaciones crecieron en un 41.1% con respecto al 2010, en cantidades exportadas el crecimiento fue únicamente del 15.9%; ¡el chorro de dólares creció un 62% más que el de mercancías!
Esto se entiende fácilmente al observar que los precios de las materias primas, las cuales son el volumen grueso de nuestras ventas al exterior se han disparado de manera desproporcionada, lo que ratifica la verdad sabida de que nos encontramos ante una verdadera burbuja especulativa con los llamados “comoditties”.
El otro aspecto que llama la atención en el informe de la DIAN, es que las importaciones, aunque  aún no alcanzan a las exportaciones, también crecieron de forma espectacular, lo hicieron en un 36.5%, hasta llegar a la cifra de US$ 52.367 millones. Finalmente es muy importante tomar nota del peso de las materias primas en el universo de nuestras exportaciones: petróleo, hullas térmicas, café, oro, fueloil, ferroníquel, banano, carburo reactores, coques y azúcares representaron el 74.7% del total.
Pero a continuación veremos lo que oculta la naturaleza y el crecimiento de nuestras exportaciones Si la balanza comercial (exportaciones comparadas con importaciones) arrojó un superávit de US$ 3.811 millones, ¿Por qué en la balanza de cuenta corriente de la balanza de pagos (entrada de dólares comparada con salida de dólares por todo concepto) se va a llegar en el mismo año a un déficit superior a los US$ 8.000 millones?
El propio Banco de la República nos aclara el asunto; reportó en un boletín de prensa emitido el viernes 30 de septiembre del año pasado, en el que comentaba el aumento en el déficit de la balanza de pagos de la cuenta corriente que “en el primer semestre las utilidades generadas por las empresas con inversión extranjera directa totalizaron US$ 6.210 millones en el primer semestre, con un aumento interanual de un 33,6%, especialmente por las mayores ganancias obtenidas por firmas que producen y exportan crudo y carbón y las que operan en comunicaciones y comercio”. Y agregó “esta ampliación (la del crecimiento en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos) se originó principalmente por el aumento de los egresos corrientes relacionados con las importaciones de bienes y servicios, y por las mayores utilidades obtenidas por las empresas con capital extranjero"
En boca del banco central el reconocimiento de que el incremento inusitado en las utilidades obtenidas y enviadas al exterior por las mismas multinacionales que saquean nuestros recursos naturales no renovables, son las principales destinatarias del incremento en la factura exportadora.
No queda la menor duda, el incremento en las exportaciones colombianas y el superávit de nuestra balanza comercial, van a parar en su totalidad a sufragar las importaciones y las remesas de utilidades al exterior. Todo el dinero para la prosperidad de monopolios y multinacionales y ni un dólar para apuntalar nuestro aparato productivo industrial o nuestro agrario. Es que estamos en el gobierno de la “prosperidad”, y lo que jamás reconocerá el campeón del engaño Juan Manuel Santos, es que cuando habla de prosperidad se refiere a la de la minoría que logró moldear la sociedad más desigual del hemisferio y la quinta más inequitativa del planeta.

lunes, 23 de enero de 2012

Robledo pide negar contratos de estabilidad jurídica

Diario el Otún.
Publicado 22/01/2012


La deducción por inversión en activos fijos es una ‘regalo’ tributario con el que las grandes empresas, especialmente las multinacionales, han dejado de pagarle al país 18 billones de pesos en impuestos entre 2004 y 2010. Con este dinero el Estado pudo haber financiado vivienda para 316 mil familias”, dijo el senador Jorge Enrique Robledo.

El congresista resaltó que a las empresas mineras y petroleras, que están entre las más rentables de Colombia, el gobierno “les regaló 1,4 billones de pesos en 2010. Las mineras y las petroleras también han usado la deducción para eludir el pago de impuestos, como lo expuso el Director de la Dian en una presentación hecha en octubre de 2011”.

El senador Jorge Enrique Robledo afirmó que estas son las políticas que hacen de Colombia el tercer país más desigual del mundo, en el que las trasnacionales y los monopolios no pagan los impuestos que deberían pagar. Señaló que el Gobierno nacional debe negar las solicitudes de contratos de estabilidad jurídica que se encuentran en trámite.

Para el congresista César Franco, este es un tema de gran complejidad, en especial con las empresas de explotación minera.

“La Comisión Quinta adelanta un estudio del nuevo código de minas, porque el anterior estatuto minero fue declarado inexequible, eso pasa cuando no hay consultas previas y estas son las que se tienen que realizar en las zonas donde hay presencia de comunidades afectadas”, dijo el representante del partido Conservador.

El parlamentario, César Franco enfatizó que la participación que hacen las grandes firmas de explotación minera a las regalías en Colombia, no se compara con los daños que ocasionan.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL NEOLIBERALISMO AGRAVA LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

María Antonieta Cano, Bogotá, noviembre 27 de 2011

La monogamia, que surge a la par de la esclavitud y de la propiedad privada, nace con el propósito de garantizar que la herencia quedara en manos de los hijos legítimos del dueño. Desde entonces la mujer quedó condenada a ser la “reina del hogar”. Y es varios miles de años después, en el sistema actual, que surge la necesidad de que la mujer salga de su casa en busca de un empleo pues el bajo salario de su marido, si lo hay, no alcanza para solventar las necesidades familiares.

Pero la cosa no ha sido fácil. Cuando las amas de casa salen a buscar trabajo, descubren que en lo único en lo que pueden emplearse es en labores domésticas, pues es a lo que le han dedicado todo su empeño. El sistema productivo se aprovecha de ellas para someterlas a condiciones precarias. La inserción del trabajo femenino al mercado laboral se hace sobre la base del sometimiento a los peores oficios y a los peor remunerados, convirtiéndolas en víctimas del otro tipo de violencia que hay, la violencia económica que se ejerce contra las mujeres y que se agrava con la implementación del neoliberalismo.

La implementación de las políticas neoliberales de apertura económica, privatizaciones, libre cambio y saqueo de materias primas llevó al colapso nacional. La tasa de desempleo de casi diez puntos refleja la crisis de la economía pero es todavía más grave en el sector femenino.
Según el Dane, en el tercer trimestre de este año, las mujeres entre los 14 y los 26 años registraron una tasa de desempleo del 26%, mientras que en los hombres es del 14,2%. La diferencia de 11,8 puntos entre mujeres y hombres obedece a que en Colombia sigue habiendo “discriminación laboral”.

El trabajo informal ya bordea el 50% de la población. Seis de cada diez colombianos que tienen trabajo no cuentan con un empleo digno. Ellos laboran por cuenta propia o han sido enganchados sin contrato laboral, mediante relaciones informales que incluyen outsourcing, contratos por servicios, tercerización, cooperativas de trabajo asociado-CTA- temporalidad, destajo, muchas de ellas con remuneraciones menores al salario mínimo y sin ningún tipo de seguridad social.

Un estudio que acaba de terminar la Procuraduría, con el apoyo del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad revela que el 63% de los trabajadores en Colombia (18,8 millones de personas ocupadas, según el Dane) cuentan con empleos de baja calidad que reproducen altos niveles de iniquidad y desigualdad. Ese es uno de los factores que ubica a Colombia como el país más desigual de Suramérica y el tercero en Latinoamérica, según la Cepal.

El favorecimiento a las multinacionales en nuestro país ha hecho que sean cientos de empresas grandes y medianas las que perecen ante la competencia desleal a los productos nacionales que imponen las importaciones desmedidas y que se acrecentarán con la entrada en vigencia del TLC.

Y en este oscuro panorama para la clase trabajadora, la mujer está todavía en peores condiciones. Las investigaciones preliminares realizadas en diez países de Asia y América Latina, realizada por Oxfam, sugieren que las trabajadoras de las empresas productoras para la exportación, como las del sector textil o de la electrónica, son las primeras en ser despedidas, sin liquidaciones ni indemnizaciones de ningún tipo. Hay informes de Oxfam que muestran cómo los tratantes de blancas se acercan a estas mujeres que han sido despedidas y les ofrecen trabajar para ellos en otros países.

Bethan Emmett, autora del informe de Oxfam (en inglés) afirma: “Las mujeres de los países pobres constituyen el motor del desarrollo y el progreso, asumiendo riesgos y trabajando duro para ofrecer todo lo posible a sus familias. Ahora, tanto sus vidas como las de sus hijos, son muy precarias”.

Es inaceptable que los patronos, llámense multinacionales, empresarios o Estado, se aprovechen de la posición de madres, en muchos casos cabeza de familia, contratándolas bajo diversas formas de flexibilización y precarización. Llegan a tal extremo los abusos, que en muchos casos hasta las obligan a firmar cláusulas en las que renuncian a sus derechos. Una sociedad democrática no puede congraciarse con estos abusos de los que son víctimas las mujeres debido a su condición de vulnerabilidad.

En medio de esta oleada de atropellos a la clase trabajadora, en la cual la mujer es más frágil pero que golpea al pueblo en su conjunto, llegó la hora de consolidar la unidad de hombres y mujeres para forjar las más grandes movilizaciones capaces de derrumbar a los verdaderos artífices de esta crisis. El sexo femenino clama por una verdadera transformación y ésta no será realidad sin el acompañamiento efectivo que abarca la otra mitad de la humanidad. Como dijera Francisco Mosquera, “aunemos firmemente estos dos elementos tan complementarios como el hidrógeno y el oxígeno en la composición del agua, y entonces Colombia florecerá entera bajo los efluvios de una nueva vida”.

Promover, enarbolar y apoyar las reivindicaciones de la mujer trabajadora hace parte de la empresa que concluirá felizmente en una patria nueva, donde la soberanía y la democracia real sean los bastiones sobre los cuales se constituya el derecho pleno a una vida digna.