Escrito por Jorge Gómez |
Lunes, 30 de Enero de 2012 04:04 |
Batiscafo |
Se conocieron esta semana las cifras finales de los volúmenes y valores de las exportaciones colombianas en el año 2011. Según reportó la DIAN, se llegó a la cifra récord de US$ 56.178 millones, lo que nos puede llevar a pensar que estamos frente a una noticia muy positiva para el país; sin embargo al escarbar un poco encontramos situaciones no tan satisfactorias.
Veamos. El crecimiento en dólares no se compadece para nada en el aumento en los volúmenes. Mientras en dinero las importaciones crecieron en un 41.1% con respecto al 2010, en cantidades exportadas el crecimiento fue únicamente del 15.9%; ¡el chorro de dólares creció un 62% más que el de mercancías!
Esto se entiende fácilmente al observar que los precios de las materias primas, las cuales son el volumen grueso de nuestras ventas al exterior se han disparado de manera desproporcionada, lo que ratifica la verdad sabida de que nos encontramos ante una verdadera burbuja especulativa con los llamados “comoditties”.
El otro aspecto que llama la atención en el informe de la DIAN, es que las importaciones, aunque aún no alcanzan a las exportaciones, también crecieron de forma espectacular, lo hicieron en un 36.5%, hasta llegar a la cifra de US$ 52.367 millones. Finalmente es muy importante tomar nota del peso de las materias primas en el universo de nuestras exportaciones: petróleo, hullas térmicas, café, oro, fueloil, ferroníquel, banano, carburo reactores, coques y azúcares representaron el 74.7% del total.
Pero a continuación veremos lo que oculta la naturaleza y el crecimiento de nuestras exportaciones Si la balanza comercial (exportaciones comparadas con importaciones) arrojó un superávit de US$ 3.811 millones, ¿Por qué en la balanza de cuenta corriente de la balanza de pagos (entrada de dólares comparada con salida de dólares por todo concepto) se va a llegar en el mismo año a un déficit superior a los US$ 8.000 millones?
El propio Banco de la República nos aclara el asunto; reportó en un boletín de prensa emitido el viernes 30 de septiembre del año pasado, en el que comentaba el aumento en el déficit de la balanza de pagos de la cuenta corriente que “en el primer semestre las utilidades generadas por las empresas con inversión extranjera directa totalizaron US$ 6.210 millones en el primer semestre, con un aumento interanual de un 33,6%, especialmente por las mayores ganancias obtenidas por firmas que producen y exportan crudo y carbón y las que operan en comunicaciones y comercio”. Y agregó “esta ampliación (la del crecimiento en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos) se originó principalmente por el aumento de los egresos corrientes relacionados con las importaciones de bienes y servicios, y por las mayores utilidades obtenidas por las empresas con capital extranjero"
En boca del banco central el reconocimiento de que el incremento inusitado en las utilidades obtenidas y enviadas al exterior por las mismas multinacionales que saquean nuestros recursos naturales no renovables, son las principales destinatarias del incremento en la factura exportadora.
No queda la menor duda, el incremento en las exportaciones colombianas y el superávit de nuestra balanza comercial, van a parar en su totalidad a sufragar las importaciones y las remesas de utilidades al exterior. Todo el dinero para la prosperidad de monopolios y multinacionales y ni un dólar para apuntalar nuestro aparato productivo industrial o nuestro agrario. Es que estamos en el gobierno de la “prosperidad”, y lo que jamás reconocerá el campeón del engaño Juan Manuel Santos, es que cuando habla de prosperidad se refiere a la de la minoría que logró moldear la sociedad más desigual del hemisferio y la quinta más inequitativa del planeta.
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